Siempre he estado aquí plantado, mis ojos siempre han visto
lo mismo. Quiero cumplir mi viaje y dejar a atrás mi casa. Cierro los ojos y lo
pienso, si lo pienso se cumple. Si me acompañas, vivirás conmigo.
Quiero desenredar mis
pies de este suelo, ir despegando poco a poco la suela, el talón
lentamente y por últimos unos dedos y
doy un paso. Doblando la rodilla y
siendo parte del movimiento. Sentir ese pasó
como se deshace de la superficie,
dejándola atrás para volver a pisar. Esta vez más suave, sintiendo la
tierra de otra forma como si de una cariñosa caricia se tratara, que te hace sentir vivo. Nunca dejando de ser
parte de ella, porque de ella vengo.
Mis raíces se transforman en aquello que nunca iba a ser,
una especie de pie que se hace con el camino, y le sigo como el
me pide. Quiere
mostrarme los rayos del sol, me habla del azul más bello de todo el mundo. ¡Que
privilegio será poder ese mar ¡ Quizás mis nuevos pies puedan andar sobre él.
O simplemente me dejare llevar en sus olas, flotar y llegar
allá donde tu estuviste…